Apenas entrando había una muestra discreta pero bien jugosa de tapas de revistas culturales editadas en distintas épocas del siglo XX, seleccionadas por las anfitrionas Verónica, Marina, Cecilia y Alicia.
Las revistas participantes del encuentro fueron Síntoma Curadores, Blanco sobre blanco, Sauna, Un Pequeño Deseo y Estructura mental a las estrellas.
::::Va un resumen algo incompleto de lo que quedó anotado al pasar las revistas::::
Síntoma (La Plata) arrancó con el diagnóstico de que las revistas terminan enamorándose de hacer revistas, de su producto, de su propia reproducción, y que, muchas veces, eso hace perder de vista lo que una quería hacer con eso. Insistieron con mucho cariño en afectarse con las discusiones, construir la escena, cruzar las palabras con el otro, con las distintas maneras de aproximarse al circuito de las artes.
En segundo lugar pasaron las chicas de Blanco sobre blanco (Buenos Aires) proponiéndonos pensar esa revista, antes que nada, como una plataforma de intercambio entre la academia y el resto de la escena artística. Esta plataforma es sostenida por su grupo de editoras, todas ellas historiadoras que trabajan en la universidad en Buenos Aires y que comparten el afecto por las revistas culturales del siglo XX con las que su profesión las puso en contacto. Y como esta no es una revista de actualidad, los contenidos de Blanco sobre blanco no tienen fecha de vencimiento.
Ahí nomás subieron al estrado el populoso grupo de la revista Sauna (Buenos Aires) y empezaron por contarnos de cuando se juntaban entre ellos para discutir y analizar muestras, y de cómo se dieron cuenta que con una buena página web eso sería una buena revista. Hablaron del tiempo de trabajo, del tiempo de diseño, de las periodicidades que mantienen. Han reflexionado mucho sobre el uso de la fotografía en su publicación, la idea de "nota de tapa", en cómo se han modificado las estructuras de trabajo y en el último salto que han tenido: un vuelco hacia la performance que consiste en hacer un encuentro en vivo, una charla-entrevista que luego se editará en revista. Fue muy interesante escuchar cómo fueron perfilándose cada uno de ellos en algún tipo de notas, y cómo luego fueron despersonalizando o reconfigurando esos roles. Lo mismo respecto de cuáles eran los límites de lo decible, hasta dónde se sintieron habilitados para hablar de determinadas cosas.
Con el Pequeño Deseo (Córdoba) pusimos algo de énfasis en el interés por editar como actividad en sí: intentar decir algo reflexivo sobre determinadas cosas. La mesa editorial como dinámica de trabajo, la manera en que diversas trayectorias tensionan nuestro propósito de hacer crítica de arte con la práctica periodística, la curatorial, con la investigación en arte y con el diseño, fue otro de los puntos sobre los que hablé en la presentación. Al fin, también se abrió la compuerta con el tema de la crítica de arte en sí, y una serie de acciones en que se nos desdobla (recordar, interrogar, confrontar con un contexto pertinente y pronunciarse); así como con su compleja temporalidad. Esta sí es una publicación de actualidad, pero con un ahora demorado, una inmediatez que también se pregunta ¿cuánto tiempo es adecuado para elaborar la instancia reflexiva?, ¿qué dinámica de lectura tendrán estos artículos?, ¿cuándo entra cada crítica en diálogo con su recepción? Comentamos brevemente la relación entre Un Pequeño Deseo y la Casa 13, a pesar de que la relación entre revista y espacio es claramente no lineal...
Estructura mental a las estrellas (La Plata) fue la última en presentarse. Esta revista, que era la única que no está dedicada expresamente a las artes, puso el acento en las formas de encontrarse con sus lectoras/es. Ha sido en alguna época una revista hecha con motivo de eventos, pero también fue editorializándose gradualmente, asumiendo sus propias contradicciones y reinterpretando el espacio de sus interlocutores. Su pregunta principal es, ahora, ¿qué modos hay hoy para intervenir en el campo editorial?
Después de esto se armó una charla muy interesante donde empezaron a participar también las personas que estaban hasta ese momento en el lugar de la audiencia. Se discutió sobre la relación con esos públicos, que a veces son pares de las y los editores y otras veces no tanto, sobre el imaginario de la masividad, sobre lo micropolítico en lo editorial, sobre las instancias asociativas como momentos clave en todas las experiencias que habíamos ido presentando. A esto se sumó el comentario de Fabiana Di Luca respecto de lo que fue la revista de La Grieta y cómo de pronto esa revista se extendió una dimensión y se convirtió en el espacio donde estábamos. La Grieta: una revista en 3D.
El jueves a la mañana pasé a dejar las publis de Casa Trece Ediciones en Malisia, librería, distribuidora y estantería de publicaciones en su flamante local desde donde editan Estructura mental a las estrellas entre otras cosas.
Y a dar el paso decisivo! Caminando caminando, la casa 13 sigue andando...
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